Fotonovelas con naftalina y tetas europeas

Ya hace muchos años un amigo vaciaba un galpón en su casa; entre bolsas polvorientas algo relucia, en realidad, el amarillo del papel lo hacia resaltar.
Todo el contacto de mi vida hasta el momento con las fotonovelas era las "teveynovelas" de mi hermana, (aquellas donde un galancete iberico discutia sobre ir al baile de verano con una fulana o con otra) y aquello, por contraste, fue como el golpe de adoquin en el maxilar.
Fuentes "made in casa" me anunciaban que estaba ante un numero de "Kiling", el erotismo no erotico del mejor estilo "no toca boton" con la criminalidad mas barata se juntaban ante mis ojos en una explosion de bad taste.
Las fotonovelas en cuestion, eran, sin mas, perfecto giallo sexploitation a rolete sobre papel reciclado de procedencia misteriosa.
Nuestro protagonista, el Kiling (Sadistik en EEUU) es el mejor y mas cruel asesino del mundo, un fulano embutido en mallas con motivos calavericos que nos hace la delicia al lector mientras despliega su imparable sex appeal y mala leche, entre tetudas primer mundo sometidas a torturas de toda calaña y mala ejecucion.
No es para nada un personaje sobrenatural o gotico, todo lo contrario, es un tipo vestido de calavera y saben que? a nadie le importa, es mas, le temen, eso amigos....es ejemplo de perfecta ficción pulp y naif.
Titulos que solo podian ser forjados en los 70s como "desnuda para el berdugo" o "Yorga el hombre lagarto" eran la cara de un producto para nada despreciable (si nos agrada la chanchada...) hijo directo del fummeti neri, genero de la historieta propiamente italiano, donde lo sordido y clandestino es moneda frecuente, donde el protagonista es el anti heroe o directamente el criminal y el olor a transpiracion casi que puede olerse y chorrea por las paginas.
De tecnica mas que dudosa, las fotonovelas en cuestion demuestran que el entretenimiento con lo morboso siempre fue explotable y que cuando tenes a una italiana en bolas atravesada con un palo, que se vaya a dormir neil gaiman